Cómo surgió Bioclima Panamá
un proyecto para cambiar nuestras ciudades

Por Angela de Mendes
En esta oportunidad quiero contarte cómo nace Bioclima Panamá. Entonces, vamos al inicio de todo. Desde chica me gusto dibujar y tenía una fuerte tendencia a organizar el espacio buscando siempre la simetría con los objetos. Si tenía que partir una galletita, debía ser simétricamente, ¿ves?. También si me tocaba pintar la habitación, escogía tonos monocromáticos para conseguir ver el diseño en el producto final. Era muy creativa, he he.
El início de todo
Recuerdo que cerca de graduarme de bachillerato, aún no sabía que carrera iría estudiar. Mi mamá me dijo que debería optar por arquitectura, pues tenía el don para la cosa. Y le hice caso. Comencé en la Universidad de Panamá, y allí avancé por dos años. ¡Tuve profesores excepcionales!. La facultad era bien puestecita, toda arreglada, y era emocionante estudiar en la universidad. Pero yo sentía que debía ir más allá. De repente, supe que la embajada del Brasil tenía un convenio con Panamá para estudiar en las universidades federales, ¡las mejores!. Ellos te becaban con el cupo para los estudios, pero tú tendrías que cubrirte la comida, pasajes y vivienda. Y me interesó el asunto.
Aventuras y desafíos

Entonces decidí comenzar a estudiar portugués para optar por el cupo a Brasil. Estudié en la embajada por unos 3 meses en un curso abierto a la comunidad. Las clases eran en el antiguo Colegio IJA de la Vía Israel. O sea, hace un tiempito.
Finalmente llega la fecha para meter los papeles para el cupo de arquitectura, no sabia en cual ciudad se ofrecería la vacante, pero lo que viniera ya me interesaba. Había varios candidatos.
Y bueno, en el año de 1989 estaba yo llegando a la Ciudad de Rio de Janeiro, en el mes de febrero, sin saber siquiera hablar muy bien el portugués. En realidad, no entendía casi nada. Pero Dios tenía planes para mí en este país.
Aprendiendo en otras latitudes

Imagen: Universidade Federal do Rio de Janeiro
Comencé en marzo las clases en la Universidad Federal De Rio de Janeiro, Facultad de Arquitectura y Urbanismo FAU-UFRJ, y comencé desde cero.
Me maravillaba con la belleza del edificio modernista, plantado entre árboles casi que escultóricos. Al llegar siempre me fascinaba su enorme hall de entrada, con mezanine entre pilotes y losas planas sinuosas que parecían flotar en el espacio, ¡ah! y mucha luz natural, con grandes cortinas de vidrio. Era toda una clase sobre los 5 pilares de Le Corbusier mirar este edificio donde estaría yo comenzando de nuevo, pero ahora en otras latitudes. No sabía lo que el destino me preparaba.

Imagen: Hall de entrada UFRJFAU
También tuve maestros virtuosos, y que eran muy accesibles a los alumnos. Uno sentía que el conocimiento fluía con libertad en ese lugar. Recuerdo a mi profesor de Diseño, Roberto Menescal, que nos llevó a todo el grupo de su clase a pasar un día en el club Costa brava, diseñado por el mismo, sobre una roca en la bahía de Rio de Janeiro, Waoo! Quedé impresionada.

Imagen: Clube Costa Brava RJ
¿Y qué decir de este personaje? Una vez en la clase debíamos diseñar un museo en un despeñadero. Y yo quebrándome el coco, y me dice el profe: “Angela, tienes esta belleza de la naturaleza para crear algo grandioso, lo que tenga que ir adentro del edificio lo resuelves facilito, concéntrate en la majestuosidad del lugar”.
Esas palabras, fueron la base para mí cuando se trata de diseñar, pienso en como conectar el volumen al lugar, rindiéndole homenaje. En ese momento éramos 4 extranjeros estudiando en intercambio. De Colombia, Chile, Perú y por supuesto Panamá. Por lo menos no me sentía sola, gané una amiga hermana colombiana. Dios es bueno.
Mis estudios duraron 5 años, no repetí un solo semestre. Nunca hice un trabajo en español, en 3 meses ya entendía y hablaba portugués, es cuestión de oído y tiempo. Tuve compañeros bellísimos de corazón, gente que me acogió y me cuidó, ¡gente que fue mi familia allí!.
Conocí un carioca (como le dicen a los de Rio) y me casé con él. Entonces viví en Brasil por 23 años y Dios me regaló mi mayor tesoro: tres lindas hijas y muchos amigos en ese país.
El papel de enseñar
a otros
En 2012 volví a Panamá, buscando encontrar mis raíces, porque me fui con 20 años; y me sentía desgarrada.
Y fue entonces que comencé a dar clases en la Usma, en arquitectura y diseño de interiores. Un tiempo después, comencé a dar clases en la Universidad de Panamá y en la UIP, donde actualmente continuo con la labor docente.
Y es aquí que comienza mi labor en el diseño bioclimático. Te explico. Siendo profesora en varias materias en la facultad de arquitectura (urbanismo, ordenamiento territorial, diseño sustentable y ciudad, diseño arquitectónico, entre otros), me pude percatar que existía una gran brecha en lo que concierne al análisis previo al proceso de diseño – sea de una silla, un espacio, un edificio, una ciudad; lo que sea.

Creo firmemente que actualmente vemos en nuestro país construcciones diseñadas únicamente para dar respuesta a un programa de necesidades funcionales inmediatas, como cuántos cuartos, baños, pasillos, estacionamientos, ascensores y demás cosas el proyecto debe tener; todo con una visión unilateral, hacia adentro y no hacia afuera.
Meditar sobre de qué forma el entorno del lugar puede influenciar en el espacio construiído final es: ¡importante e imprescindible! Cómo los edificios que rodean el lote vacío pueden arrojar sombras a nuestro futuro edificio o espacio público, o tal vez como los mismos van a obstruir hacia nuestro proyecto el flujo de los vientos.
Tal vez, el problema que no debe ser menospreciado sea la polución sonora del lugar, o quizás los materiales del entorno, o la falta de vegetación; en fin, todo lo que está afuera de nuestro proyecto, pero que de una u otra forma influirá en el confort térmico, acústico, lumínico, psicológico de la edificación.
En este espacio ubico la importancia del análisis de sitio para el diseño de edificios, espacios y ciudades. Aquí entra el diseño pasivo como aquel que traerá respuestas ancladas en lo autóctono de cada lugar del mundo, y que se preocupará con los flujos energéticos del lugar, aprovechando cada uno de ellos y permitiendo que la ciudad respire.
Y es así que llevaba mis alumnos de diseño arquitectónico, urbanismo y bioclimática a meditar sobre todo esto. Abordábamos el análisis del giro solar en el lote, la rosa de los vientos, las sombras propias del lugar, las temperaturas anuales, los peores escenarios de estrés térmico, los desafíos a resolver de diseño, la idea generatriz, las burbujas con matrices, etc.

Poco a poco veía como ellos cambiaban su manera de pensar en iniciar un proyecto, lo que yo llamaba diseño en la caja negra antes (sin saber bien como alimentar el esquema), y ahora, a partir de todos estos análisis previos, una vez abastecidos, obtenían un diseño de caja transparente, visible, posible, eficaz, y sobre todo ética.
Fue aquí que comenzó en mi corazón crear a Bio Clima Panamá, como un movimiento para mudar la manera de hacer ciudad. Iniciamos con un team de mis estudiantes que amaban el diseño bioclimático, y en noviembre de 2019 lanzamos un taller de 2 sábados, dictado en la Facultad de ingeniería Civil en la Universidad de Panamá.

Tuvimos muy buena acogida y en marzo de 2020 lanzamos un segundo Seminario -taller, ahora en la Facultad de ingeniería Mecánica de la UTP.
Desafortunadamente, el covid19 nos impidió de realizarlo de manera presencial, pero fue la manera que nos llevó a preparar el curso en video clases y montarlo a una plataforma. Esto permitió que cada participante pudiera acceder al contenido en su propio horario y visualizar cuantas veces fuera necesario. El curso completo quedo preparado con módulos que rebasan las 60 horas/clase. Lo que también fue un Plus para todos los cursistas.

Y es así como nasce Bio Clima Panamá, para ofrecer tanto a estudiantes de las carreras de arquitectura e interiores, asi como ingeniería civil, mecánica y ambiental; además de todas las personas que desean conocer estrategias de diseño pasivo.
Juntamente con el Instituto Innova Panamá, buscamos hacer docencia en nuestro país, y dar acceso a contenidos que sólo están disponibles para maestrías muy costosas.
Creemos que el diseño debe nascer bien desde el inicio, con una buena y profunda meditación de los problemas a resolver, tanto dentro cuanto fuera del lote a construir.
Y que podamos aportar a Panamá con nuestro know-how para equipar las próximas generaciones hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética, además de ser una ventana para temas que pueden hacer que nuestros profesionales sean desafiados a explorar nuevos caminos para mejorar nuestra calidad de vida y cuidar los preciosos recursos naturales que poseemos en nuestro bello país.
– Angela es arquitecta y urbanista por la Universidade Federal do Rio de Janeiro, Brasil. Tiene Posgrado en Arquitectura de Interiores por la Universidade Potiguar; y en Sustentabilidad por la Universidade Nacional de Brasilia – UNB, ambas en Brasil. Ha dictado materias en la USMA y en la UIP en las facultades de diseño de interiores y arquitectura. Es la creadora de Bio Clima Panamá, en 2019.
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